Entradas

Evening Interior

Imagen
                                                                                                                                                            Óleo sobre lienzo de John C. Johansen (c. 1921-22) A menudo olvidamos a algunos grandes callados que, por un motivo u otro, eligieron no pasar a la historia. Quizá porque su técnica, que ya había alcanzado todo lo que humanamente podía alcanzar, no daba para vanguardias heterodoxas. Tal vez porque, simplemente, te dedicas a lo que te dedicas y no te planteas otras opciones, aunque eso te acarree pasar al estrado de lo rancio y lo carca para el común y mortal vulgo. O sencillamente porque a uno, curtido ya en mil inanes y banales estéticas batallas, le apetece hacer lo que le viene en gana, de contar las cosas como las ve y de acoger la soledad como amigo íntimo y necesario para un feliz realismo neorromántico y antimoderno. Bravo y gracias.  Hay en estos autores una mirada refinada, personalísima y exquisita, que no pretende content

Glissando

Imagen
     Vivo en un segundo. Cerquita de Olavide. Por las tardes, a la hora de la siesta -más o menos desde la cuatro y hasta la cena- un grupo de chavales recién salidos del cole suele concentrarse justo ahí abajo para celebrar su ocio a todo trap: ruido -no del de Víctor Hugo- sin mesura, voces, insultos, peleas de gallo, rapeo por aquí, reguetoneo por allá y vuelta con el trap. Malamente. Trap, trap. Insoportable.      Me gusta echarme un rato a la hora de siesta, tumbarme, paladear el silencio y desconectar. No suelo encender la radio. La radio ya la ponen ellos. Pero si lo hiciera pondría el 96,5 rezando para un poco de Mozart o un Beethoven de las pares, las pastorales. En fin: gusto de cierto instante de calma. Pero no lo consigo. Doy vueltas de un lado para otro intentando asumir la derrota de lo melódico, el fin del pensamiento musical, la deconstrucción de la escala y la monotonía de la mononota -si es que hay alguna-. Aún así, in spe contra spem , busco un átomo de risa pa

Incertidumbres

Imagen
     Alcanzar la fachada de una librería cualquiera. Alguna de por el centro: Terán, Cervantes, La Fugitiva. Empujar despacio esas puertas que pesan más de lo esperado, a mitad de camino entre la cortesía y el pudor, como entrada solemne en el templo tras el tintineo de una flauta de pan en tubos metálicos y un par de acordes forzados en extraña progresión armónica medio azar medio enigma. Y acceder al carrusel de anaqueles y colores: libros, lomos, cubiertas, portadas, tamaños y letras.       Hay en estos lugares un silencio tácito que no pertenece a nadie. Ni al librero ni a los autores ni a la Historia. Pero mucho menos al cliente, mitad lector mitad cliente. Si uno va a la zapatería le pide al dependiente un par de números de los verdes del escaparate y se los prueba. Si le están bien, los paga y se los lleva. Punto. Lo mismo en tantos otros sitios. Pero aquí no. Hay que tener mucha personalidad para echar un buen rato en la librería intentando acertar de veras. A veces el esc

Peonías

Imagen
En el reino de las plantae , magnoliophyta , magnoliopsida , saxifragales , paeoniaceae ... Busco en Google algo sobre las peonías y me sale esto: un conjuro divino de su clasificación. Una oda latina de  palabras largas, vocales abiertas y signos extraños. Un viaje imprevisible al camino de lo bello.

La encina milenaria

Imagen
A doscientos cuarenta kilómetros el dolor pesa menos. Se hace más llevadero. Pero también se vuelve más intenso. Cuesta más quitárselo de encima. Y aparece otro peso: el de la culpa. El de los silencios, los fracasos, las caídas, la impotencia del ayer y el desvelo súbito de un recuerdo imaginario en la noche más oscura de los sueños.